In Coaching

Que el miedo no nos gane.

De una cachetada, el mundo nos recordó que compartimos un mismo planeta y dependemos unos de otros, para lograr el bienestar. Hasta hace unos días creer en eso era casi imposible, estábamos en nuestras cómodas burbujas, con nuestros planes y nuestros sueños, en el supino pensamiento individual y lo que pasara fuera de nuestra cortina de afectos, eran problemas ajenos, al final, lo que importaba era yo, mi familia y mis amigos, de principio a fin. Crecimos y creímos que todo era por mí y para mí, y que para ser mejor debíamos competir y derrotar al del lado.

El COVID-19 nos recordó que el mundo es una gran tribu y que la globalización es en serio, que es mucho más que ver por Google de lo que pasa en otras latitudes. Somos un entramado social único e indivisible a nivel planetario. El cuidado y bienestar ya no depende solo de nuestro círculo directo, dependemos del resto, de muchos seres desconocidos que tienen nuestro destino entre sus manos.

Tenemos miedo y hay incertidumbre, nuestro futuro esta embargado por una enfermedad desconocida. Perdimos la normalidad y la rutina desapareció, todo es nuevo, raro y peligroso. Hoy estamos en riesgo ante algo que nos hace daño, con dolor, tuvimos que aprender el significado de la palabra pandemia.

El miedo, esa desagradable emoción que se instala en nuestra mente cuando perdemos el control de las cosas o nos enfrentamos a lo desconocido, qué, en algunos casos, nos paraliza y no nos permite pensar con claridad. También, el miedo, nos alerta del peligro y nos permite sobrevivir cuando logramos usarlo a nuestro favor.

Cuando estamos ante una situación que nos provoca miedo y este aparece, no tenemos control sobre la situación, que es un factor externo. Tú tienes el control en ti, es como reaccionas ante el miedo, tú puedes alimentar o disminuir tus miedos. Incluso, en la peor situación, aun así, la reacción depende de ti. Sentir miedo es natural, es parte de tu set de emociones y debes convivir con él

Ante esta crisis, te quiero hacer una invitación, dejemos atrás el miedo y avancemos. Con miedo, no sacaremos esto adelante. Me permito escribir estos consejos que espero te sean útiles:

 

Reconocer el miedo, el primer paso es aceptar la emoción que te invade, reconoce que tienes miedo, la evasión es lo peor. Podrás esconder tus emociones un rato, hasta que de repente estas salen sin permiso y de la peor forma. Asumir tu estado emocional es mirarte y conocerte de mejor forma.

 

Conversar, habla acerca de lo que te pasa, comparte tu experiencia con el miedo, no esperes la solución a tus problemas. Conversar es un acto de desahogo, es decirle al mundo que algo te pasa, es transformar tus pensamientos en palabras. Te hará bien hacerlo, será sacar el miedo de tu mochila de emociones contenidas.

 

Expresa tus sentimientos, si tienes miedo y ganas de llorar, entonces llora, si tienes ganas de conversar, conversa. La expresión de tus sentimientos te permitirá vivir de una mejor forma y evitar quedar paralizado por el miedo.

 

Combate el miedo con acciones. Si tienes temor del virus, cuídate, quédate en casa, lava tus manos. Si le temes a la incertidumbre, lee e infórmate en medios serios. El miedo se ahuyenta con acciones.

 

Ten fe y confía. No sabemos cómo será el mundo después de esta pandemia y la forma en que reaccionemos a lo nuevo será fundamental para lo que nos resta. Puedes pensar que todo será peor, esa reacción traerá dolor y preocupación a tu vida. Te queda confiar en que saldremos de esta, será difícil, y lo haremos. Tu reacción a la crisis hará la diferencia.

 

Hoy, necesito de ti y tú necesitas de mí, no nos conocemos y no sé cómo confiar en ti, por eso tengo miedo. Siendo honesto, tengo más miedo de tu falta de conciencia que al COVID-19, así las cosas, dependo de alguien lejano, que no sé su ni nombre y lo peor, mi salud está en sus manos.

Pensar así nos llevará a un pánico colectivo y a un miedo generalizado. Así el virus nos gana.

Te invito a creer en las personas y en su nobleza, prefiero confiar en ti y en tu capacidad de ser responsable de tu salud y la mía. Confío en que te quedarás en casa y lavarás tus manos cuantas veces sea necesario. Por mi parte haré lo mismo, me cuidaré por mí, por los míos y también por ti. Tú me importas.

Sí nos cuidamos entre todos, le ganaremos al virus, la lección será que juntos somos más fuertes. Hoy tu distancia es tu mayor gesto de cercanía y nobleza.

Luego de esta, juntémonos, conoce a tu vecino, saluda a un desconocido, comparte con personas más que con pantallas. Al final, el mundo es una gran comunidad donde todos valemos e importamos por igual.

Esta no será la última crisis, vendrán más y debes estar preparado y controlar tus miedos es un buen comienzo.

Comentarios

Recommended Posts